HIPOCRESÍA

Buenos días a tod@s,
Feliz Navidad, Bon Nadal, Zorionak eta Urte Berri On, Bo Nadal, Merry Christmas, Joyeaux Noël, Bom Natal... (Y así podría seguir todo el día).

Hoy es un día especial para los cristianos de todo el Mundo, para los que creemos que realmente, Dios existe y que está aquí, tan cerca que, aunque no podamos verlo, sí que podemos sentirlo. Pues para todos ellos, todos mis mejores deseos de paz y amor, no sólo para hoy, sino para lo que nos espera a la vuelta de la esquina. No quería dejar pasar esta entrada sin nombraros, ya que no va a ir para vosotros, porque creo que no lo celebráis como el título, sino de corazón. Y por ello, os quiero y os respeto profundamente.

Esta pasada noche, en muchísimo de los hogares del Mundo, se habrán vivido situaciones surrealistas, de las que llevamos comentando toda la semana, mi amigo Rafa (genial escritor donde los haya, con un finísimo sentido del humor), y el nutrido grupo de amigos que pertenecemos a su ciber-rincón. La conclusión a la que llegaban la mayoría es que iban a cenar con extraños, a los que veían por estas fechas, y con la sonrisa forzada, callando lo que pensaban, por no mandarlos más allá de lo nombrable. Mientras que la minoría defendíamos que no, que eran unas fechas donde lo malo se olvidaba, donde el amor estaba por encima de todo ésto. Los que pensábamos así, nos comentó Rafa que era una suerte, que lo cuidáramos y lo disfrutáramos, pero que la vida es demasiado dura para algunas personas, que guardaban una careta para estas fechas, la de todos los años. Esa careta que se saca, se desempolva y se coloca uno, ante una mesa llena de abundancias y exquisiteces, que es lo que importa para ellos.

En honor a la verdad, he de decir que en casa, hemos pasado, gracias a Dios, una noche muy bonita donde hemos llenado de risas la ausencia de mi padre, pues el año pasado por estas fechas, estaba solo con Dios en la U.C.I., donde no podíamos hacer nada ni por verlo, ni por compartir siquiera un villancico desafinado. Eso sí fue triste. Pero este año, estaba viéndonos seguro, todos lo notamos, y sabemos que está bien. De ahí nuestra alegría, un poquitín amarga por su ausencia física, pero alegría. Ese es el gran misterio de la Navidad, y no una mesa opípara, mientras otros no pueden comer.

Pero, como lo malo se cuela por todos los rincones, también he de darle la razón a Rafa, en que es cierto que existen esas caretas, esas apariencias irreales de amor. Como él decía, debían decretar el "estado de alarma" en los hogares donde se reunían familias en Nochebuena. Cuñados/as, suegros/as, primos/as, y demás grados de parentesto, donde en el salón, o comedor, estaban las risas "profident", pero en la cocina, o en el baño, se refugiaban los más débiles, para no sucumbir a la tentación de dar voces y poner a la gente en su lugar de una vez por todas. Eso estaría mal visto en Nochebuena. Hay que aguantar el tirón, aunque duelan los músculos de la cara por fingir la risa "profident". De todas formas, es sólo una vez al año, y como dice el refrán, no hace daño.

El hecho es innegable. Pero no comparto en que se viva así, pues Navidad debe ser todos y cada uno de los días del año. Y no me refiero a la de las caretas, me refiero a la de verdad, a la que nace del corazón. Creo que esa Navidad arreglaría la mayoría de los problemas que tenemos en el Mundo. Pero es una utopía. Ahora lo sé. He tenido que darme cuenta a los ... ta y un años de mi vida. Existe gente a mi alrededor que usa esa careta, pero ya os digo que la Navidad es un gran misterio, y como tal, este año me ha dejado ver cómo se iban cayendo esas caretas una tras otra, mientras que también, me ha mostrado el verdadero rostro de la gente que quiere de verdad, que no las usa ni las necesita. Las dos caras de la moneda.

Por suerte para mí, en mi vida diaria, tengo la grandísima fortuna de estar rodeada de este último tipo de personas, cosa que no tengo horas en el día para dar las gracias a Dios por ponerlas cerca de mí. Mientras que, misteriosamente, ha ido alejando a las otras, a la vez que les ha quitado sus caretas, mostrándome el feo rostro de la HIPOCRESÍA. Nada mejor para darse uno cuenta de ello, que pasar por un trance difícil y ver quien está a tu lado, se acuerda de que puedes estar triste (aunque, no ha sido nuesto caso), y te da un beso, un abrazo o, simplemente te llama por teléfono para decirte que está ahí. Y, por el contrario, esas personas que creías sangre de tu sangre, ni te llama, y si les llamas, te cuelgan el teléfono. Esas últimas, que luego tienen, a mi humilde opinión, la desfachatez de creerse estar en poder de la verdad absoluta, y tras esa falta de educación y de humanidad, se van a la Misa, y encima, se acercan a comulgar. Esas, podrán engañar a su entorno, pero a Dios no. Y como dicen las escrituras: "POR SUS HECHO LES CONOCERÉIS".

Otra vez, Dios me sale al paso para darme un gran consejo. Si es que no merezco tanto, Señor, porque soy una persona imperfecta. Pero NUNCA me has fallado.

POR VUESTROS HECHOS YA OS CONOZCO. LUZ DE MI VIDA A QUIEN ME DIÓ AMOR SIN PEDIR NADA A CAMBIO.
LOS QUE TENÍAIS CARETA Y SE OS HA CAÍDO HABÉIS PASADO PÁGINA PARA MÍ. ME HE LIBERADO, EL ALMA NO ME PESA, PORQUE NO OS GUARDO RENCOR, SIMPLEMENTE OS DOY LO QUE OS MERECÉIS: IGNORAROS, HACER COMO SI NUNCA HUBIÉRAIS EXISTIDO EN MI VIDA. NO OS BUSCARÉ EN MIS PENAS, NI OS PEDIRÉ AYUDA. SÉ QUE ESO MURIÓ HACE UN AÑO. PERO COMO CREO EN EL MISTERIO DE LA NAVIDAD DIARIA Y NO SÓLO HOY, SI VOSOTROS NECESITÁIS ALGO, YO SÍ ESTARÉ AQUÍ, Y OS ESPERARÉ CON UNA SONRISA Y LOS BRAZOS ABIERTOS PORQUE NO TODOS SOMOS IGUALES. Y NO LLEVO CARETA, OS DIGO LO QUE SIENTO A CORAZÓN ABIERTO, SIN MIEDOS, SIN TAPUJOS, PORQUE HAGO LAS COSAS POR ALGO SUPERIOR AL PROPIO INTERÉS PERSONAL.

LO DICHO, SE OS QUIERE HAGÁIS LO QUE HAGÁIS, PORQUE MI NAVIDAD NACE DEL CORAZÓN.

BESOS AZULES (CON ESPUMILLÓN)!!!!