LO QUE SABEMOS ES UNA GOTA DE AGUA; LO QUE IGNORAMOS ES EL OCÉANO.

(ISAAC NEWTON)


lunes, 21 de marzo de 2011

EL PASTEL

Hola de nuevo a tod@s,

Perdonad mi tardanza en volver a mi ciber-rinconcito, pero ando de cabeza preparando clases. La actualidad me impone un ritmo frenético. Y, aunque doy clases a personas en situación de desempleo, creo que merecen la mejor de las formaciones, precisamente por eso, porque necesitan muchísimo más atención.
Bueno, vamos con el lío. Vaya diítas que estamos viviendo, entre el desastre de Japón (y no me refiero a la memez del desastre nuclear, sino al humanitario) y Libia.

En la primera situación, la más traumática para mí, porque no se veía venir, me avergüenzo de pertenecer a una raza que mira su ombligo y, en vez de mandar ayuda humanitaria y pensar en las víctimas, esa raza se pone a decir memeces de la altura de que si un Tsumani en una de nuestras islas cruzaría el Atlántico y regresaría, y gilipolleces de ese tamaño. Y los políticos, que si van a revisar la seguridad de las centrales en Europa. Algunos de ellos para sacar réditos políticos por tener cercanas unas elecciones locales (caso Merkel), o nuestro propio iluminado, tan de izquierdas, tan ¿solidario? él... que tan siguiera hay personal en la embajada en Japón atendiendo el teléfono, como he podido ver a través de las redes sociales. Los nuestros desesperados, intentando calmar a sus familiares de aquí. Para que luego satanicen a internet. A veces, es el único medio para saber la verdad. A vista de pájaro, sabemos que si ayudamos a Japón, no vamos a sacar nada de un pastel inexistente, arrasado por un Tsunami, que no por un terremoto. Que parece que no se enteran. Vamos, que yo sepa, a menos que nos hundamos en una falla submarina de incalculable profundidad, no veo yo que un Tsunami vaya a alcanzar a ninguna de nuestras Centrales. Claro que en este país de Pepes Goteras y Otilios, no me extrañaría que las medidas de seguridad fueran aislamientos hechos con cinta americana. Pero regreso a lo dicho: qué vergüenza de comportamientos.

Pero hete ahí que llegamos a Libia y vaya vergüenza del mundo mundial. ¿Para qué leches sirve la ONU? Ha tardado en tomar unas medidas que más tarde o más temprano debía tomar, dado que ya USA no es la poli del planeta. ¿A Ban no le ha dado por pensar que cuanto más tardaran en tomar medidas más muertos iba a haber? Pero que si China, con veto, Rusia, otro tanto de lo mismo, bloqueaban las votaciones... Venga ya, y la ONU paralizada por dos países que son de todo menos democráticos. Y vista la escalada del precio del crudo, que eso sí que les afecta a ambos países, entonces sí. ¿A qué demonios estamos jugando? Es que a lo mejor, en la ONU ya se han dejado convencer por Gadafi y piensan que las revueltas están montadas por personas que no son de Libia, y hasta si me apuráis, igual piensan que es una invasión alienígena. Con la de iluminados que hay últimamente, ya me lo creo todo. Pues si fueran alienígenas, a lo mejor somos nosotros los que tendríamos que aprender de ellos, reaccionamos tarde y mal. Pero reaccionamos, y no gracias a la diplomacia ni a tomar medidas para salvar al pueblo, sino porque el precio del crudo sube y sube. ¿Qué más les dará que haya muertos? La gente se muere todos los días. Es un país pobre para su pueblo, así tendrá menos bocas quejosas de hambre. Si al final, va a ser lo de siempre: Gadafi no es el objetivo. Noooo, claro, a ese ni tocarlo, por favor, bastaría más, es otro iluminado. Pero ¿al pueblo? Que les den! Es que éste sí que tiene pastel, del que todos quieren picar un trocito. Y si les sale mal el invento, hay que llevarse bien con él... Y vale, estamos en guerra oficialmente. Ojo: No contra Gadafi, no es objetivo, lo ha dicho Obama (otro que también baila). Entonces, ¿contra quién luchamos? ¿Por qué no me lo explican los del "No a la guerra" de Sadam? Ah, claro, que ahora están todos calladitos como meretriz en misa matutina. (Me duele el estómago).

Y mientras, los verdes, en vez de ayudar en los distintos desastres, están pululando en todos los telediarios que se precien abogando por acabar con la energía nuclear, y cambiarlos por molinetes, que a poco que no sople el viento, tendremos que ir a hacer colas a soplar por turnos. Que conste que no estoy en contra de las renovables, pero hemos de reconocer que no existe país que se sostenga solito con ese tipo de energías. Alguna comunidad de vecinos ha conseguido reducir un poco la factura de la luz, pero siguen consumiendo de las grandes, aunque sean un poco menos. Pero compatibilizan, como debe ser.

Y al cabo de los muchos días se ha puesto de moda la bandera japonesa como señal de ¿de qué?. No hemos estado a la altura ni allí, ni en Libia. Como seres humanos que somos todos, no hemos estado a la altura.

Perdonadme, voy a vomitar.

Besos azules!!!