LO QUE SABEMOS ES UNA GOTA DE AGUA; LO QUE IGNORAMOS ES EL OCÉANO.

(ISAAC NEWTON)


sábado, 7 de mayo de 2011

" AL REVÉS"

Buenos días a tod@s

Recuerdo que cuando era pequeña jugaba al mundo al revés. Consistía en decir cosas que funcionaran al revés y ganaba aquel que dijera el disparate más gordo. Claro que, a esa edad te reías imaginando que las cosas funcionaban, no mal, sino al revés. Me acuerdo que imaginábamos que el dinero servía como papel higiénico, que las chuches se comían antes del almuerzo, que te regalaban cosas cuando "cateabas", que eras tú quien regañabas a los mayores, que las paredes estaban para pintar con rotuladores, los sofás, para poner los zapatos sucios de barro y los charcos y las camas para saltar. Era el mundo perfecto. Pero el mundo perfecto en la inocencia.

Conforme íbamos creciendo, ese juego empezó a no tener sentido, porque cuando lo proponíamos, lo que decíamos que tenía que estar al revés, ya no era tan gracioso ni tan perfecto como antes. Las chuches te picaban los dientes y te hacían engordar. Limpiar el sofá costaba mucho trabajo. Si rompías una cama era incómodo dormir en ella. Cuando "cateabas" te quedabas sin verano, además de sentirte culpable por haberte estado tocando las narices. Vamos, que se iba imponiendo la cordura, al igual que iban haciendo aparición los primeros síntomas de madurez. Eso no significaba que dejáramos de jugar, sino que las cosas que debían funcionar al revés iban evolucionando a más insignificantes pero que no dejaban de ser gratificantes si funcionaban al revés. Que el día comenzara a las 10 de la mañana en vez de a las 6, que te levantaras guap@ como en las telenovelas y ese tipo de cosas.

Ahora, ya de adulto, mirando hacia atrás, delante de una cervecita fresquita, a veces sale el tema, y comentamos lo felices que éramos haciendo que, por un rato, el mundo funcionara al revés. Y nos acordamos de algunos de los disparates más sonados que habíamos dicho. También íbamos analizando los pros y contra de cada chorrada que en su momento soltábamos. Claro que también salía a colación que lo que deseábamos que funcionara al revés no hacía daño a nadie. Esas son las cosas que tiene la inocencia. Porque a su vez, salían los problemas de cada uno, precisamente porque le mundo sí que funcionaba al revés en determinados momentos. Pero ese "al revés" ya no era inocente, y sí que causaba daño, a veces irreparable.

Pues, desde ayer (viernes por la mañana), cuando me desperté con las noticias, saturada de una semana intensísima y llena de información, me dí cuenta que el juego infantil no era tal, sino que de verdad, el mundo iba al revés. Pero de la manera más maléfica y perversa que el ser humano pueda imaginar.

Cuando empezaron a salir asesinos a la calle, soltado por jueces, después de llevar en sus espaldas la insidia encima, de haberlo hecho a traición y de la manera más cobarde, me dije: no te preocupes, es algo puntual, son sólo un par de jueces que ven el mundo como cuando éramos pequeños: al revés.

Después asistí a las estadísticas del paro y a los análisis que de ellos se hacían. Con casi 5 millones de personas en paro, el dato no era "malo", además de indicar que se iniciaba la recuperación económica. (Todos sabéis que soy economista, y como tal, me martillearon durante toda la carrera para saber tanto hacer y maquillar unas estadísticas, como interpretarlas y hacer que no suene tan mal, si los datos eran deprimentes). Pues eso es lo que vi, pero de manual. No habían desestacionalizado los datos, y lo que indicaban que había sido creación de empleo, al quitar la estacionalidad de la Semana Santa, se convertía en una pérdida real de más de 7.000 puestos de trabajo. Miré y rebusqué los datos en el Ministerio de Trabajo, y los encontré, escondiditos, pero los encontré. Claro que nadie de la oposición se le ocurrió mirar esos en concreto, que son los que realmente te dicen si hay verdadera creación de empleo o es una de las maneras que nos enseñaron a presentar lo negro como blanco. Lo dicho, de manual. Y veo que el Gobierno informa "al revés". Pero lo peor no es eso, porque no te vas a culpar a ti mismo si las cosas van mal. Lo peor es que la oposición no hacía oposición, y se quedaba mano sobre mano. Otro síntoma más de que la oposición también funcionaba "al revés".

Otro detalle que no quiero dejar pasar, porque tengo amigos (y así los considero, de corazón) twitteros y del face del mundo del periodismo, a los que admiro profundamente y no voy a nombrar (que ya me gustaría porque para mí es un honor), sin su consentimiento, que comentan que los convocan a ruedas de prensa, les hacen esperar un montón de tiempo para, posteriormente, prohibirles hacer preguntas. O sea, en vez de a una rueda de prensa, deberían convocarles a una conferencia, pues en las ruedas de prensa se puede preguntar. Y todo ésto sucede en un país llamado democrático con libertad de prensa garantizada (ironía "on") en la Constitución. Vueltas a las mismas: al revés.

Por otro lado, a comienzos de la semana salta la noticia de la muerte de Osama, un tiro por parte de un comando norteamericano. Raudo y veloz, nuestro Presidente habla con Obama y le felicita por haber conseguido matar a un terrorista. Pero, mientras, aquí se empeña una y otra vez, en que el Fiscal General del Estado (cargo político nombrado por él) se dedique a conseguir que terroristas igual de sanguinarios que Osama, salgan a la calle, con paguita incluida, saltándose a la torera las leyes. Lo dicho: " al revés".

Y el colmo de los colmos, no es como el chiste del jardinero que tiene una hija que se llama Margarita y que todo "quisqui"deja plantada. Llevamos unas semanas asistiendo al esperpento de que ETA quiere volver a lapolítica con todo lo que eso supone (dinero, información, etc). Nuestras Fuerza y Cuerpos de Seguridad del Estado se afanaron en la ardua tarea de destapar las conexiones existentes, quedando más que patentes. Por lo que, consecuentemente lógico, el Tribunal Supremo les niega esas prebendas. Pero, hete ahí que no termina la historia, pues, como ratas que son, se colaron por un resquicio legal y acudieron al Tribunal Constitucional, el que debe velar por el cumplimiento de nuestra Carta Magna, donde se recoge que todos los españoles tienen derecho a la vida. Y éstos "ministrados, que no magistrados" resuelven, a las 12 de la noche (con la nocturnidad como cómplice) que bueno, los informes de las Fuerzas de Seguridad del Estado son sólo sospechas (sí, claro, de más de 800 asesinatos), y que por tanto, pueden ir a las urnas, con todas las consecuencias que ello conlleva (dinero, información, etc), dejando la cara a cuadros de los familiares de esas víctimas, que son las débiles, en el más absoluto desamparo, pero ellos, los "ministrados" sí que no renuncian a sus escoltas, por si acaso. Más de lo mismo... (ya no lo escribo, pero sabéis qué pondría ¿verdad?).

Pues, os prometo que, lo que en su día fue un inocente juego infantil, maldita sea la gracia que me hace ahora. Eso sí, a mí no me permiten jugar de adulta, porque si no pago mis impuestos, no me van a perdonar, si cometo un delito, por pequeño que sea, no me van a soltar y darme una paguita. Para mí, el mundo no va a funcionar "al revés".

Pues desde ahora ya os lo digo: o jugamos todos o se rompe la baraja. Y por mi parte, doy la baraja por rota. En unos días hay elecciones, y ya tengo claro que como no se me permite jugar, no voy a jugar, que no significa que no vaya a cumplir con mi deber de ciudadana y acudir a votar. Pero ya tengo clara que las reglas del juego no me las puedo aplicar porque yo no juego.

¿A vosotros os dejan jugar? Si es así, decidme cómo lo habéis conseguido.

Besos azules!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ninguna objeción a todo lo comentado. Sólo decir que a veces me cuesta creer que en realidad esté pasando todo lo que está pasando.

Lo peor es que por muy al revés que se hagan las cosas, al día siguiente te das cuenta de que aún pueden hacerse peor, porque se hacen peor. No sé dónde estará el límite a los despropósitos, a lo mejor es que ya no hay límite.

Como decía aquella Ley de Murphy, toda situación es susceptible de empeorar. Cuánta razón tenía.

iBarceló

Paloma dijo...

Fíjate como vamos Igancio, desde un inocente juego infantil... hasta donde se puede llegar.

¿El límite? Como diría Buzz: "hasta el infinito y más allá"

Besos azules!

Anónimo dijo...

Si antaños, alguien decía que había una sociedad secreta que planeaba la destrucción del sistema, lo hubiera denominado paranoico. Hoy, el desempleo masivo, la desestructuración familiar, el enturbiamiento en la enseñanza, manipulación por donde pises... etc, me hace pensar, que es probable que me esté volviendo paranoico por saber, que en verdad, existe la maldad y no sólo la diferencia entre ideas.
A parte de ideas políticas, está palpable la falsedad y el desdén en los que dirigen este espejismo democrático (políticos, jueces y banqueros, o al revés)Desde la oscuridad, hay "personas" (alimañas) con interés... ¿monetario? Llamadme paranoico, yo digo que no. Que con el dinero tejen a su antojo en este sistema generalizado "progresista"
Un saludo familia:
Cuasicansado Ché.

Paloma dijo...

Cuasicansado, de paranoico nada. Ess es la defensa del conspirador, que estamos paranoicos.
Yo me aplico la máxima de "no hay mayor triunfo para el diablo que hacer creer que no existe".

Un besazo (azul)!