VACACIONES!!!

Hola de nuevo a todos!
He estado más perdida que "la madre de Marcos". Estoy dispuesta a que me abronquéis por dejar de lado un poquitín el blog, sin haber colgado el cartel de vacaciones. Y es que, en realidad, como tal, no las he tenido. Lo que no he tenido es tiempo para nada.
He tenido visita de familiares, he visitado el Ikea (con lo que conlleva), ahora me he resfriado... vamos que el post lleva muy a propósito su nombre.
No negaré que he disfrutado (en los huecos de descanso entre montaje y montaje de muebles) de las magníficas fotos que habéis colgado algunos de vosotros en el face. Un soplo de aire fresco, os lo prometo.
Todos los años, en vacaciones, me suelo leer una media de 4 o 5 libros. Este año, para mi propia vergüenza, os diré que me he terminado solo uno y acabo de empezar otro. Imperdonable.
Imagino que los que sí que habéis disfrutado de vacaciones, sí que habréis pasado por el trauma de la "vuelta" del primer día. A mí, aún me quedan días libres, que he elegido como sabáticos, porque me los he ganado, no porque sean el descanso de un trabajo remunerado. Es lo que se suelen llamar las "vacaciones de las vacaciones". Seguro que más de dos o tres de vosotros sabéis de lo que hablo: AGOTAMIENTO.
Y es que digo yo: ¿qué falta me hacía ir en vacaciones al Ikea a comprar y ponerme a montar muebles, cuando lo suyo es descansar y desconectar? Y si nos vamos de viaje ¿por qué nos da la prisa de madrugar para no perdernos nada y a todo correr, vivir esos días como si nos fuera la vida en ello? ¿No son vacaciones? Se supone que tienen que ser tiempo de relax, de olvidarnos de reloj, de alejarnos de los nerviosismos, de levantarse tarde y descansar, de leer, de alejarse de la televisión y de la radio, de oír música, de pensar en positivo, de disfrutar de las puestas de sol, de comer cosas fresquitas y ligeras para sentirse bien y descontaminarse de la comida basura de todo el año. Es una puesta a punto de cuerpo y mente, porque los problemas nos esperan a la vuelta. Pero  no. Nos vamos temprano a playas abarrotadas, comemos comida rápida para que nos dé tiempo llegar al cine, o a la actividad que hemos programado. Nos metemos en caravanas laaargas que nos hacen perder los nervios. ¿Somos masoquistas? ¿Realmente sabemos lo que son vacaciones? Yo, este año, lo dudo seriamente. Y aunque me queden días, ya tengo el síndrome postvacacional: QUIERO VACACIONES DE LAS VACACIONES. LAS NECESITO.!!!

Besos azules!!!