El comienzo del fin!!!

Buenos días a todos!!!

No, no he cerrado el blog, ni me he olvidado de él. Los finales de curso siempre son un poco estresantes y, para mi orgullo, ya han salido de mis manos un grupazo de alumnos, hoy amigos, de los que me siento tremendísimamente orgullosa. Por ello he estado un poco ausente. Pero ha merecido la pena, os lo prometo.

En este tiempo de incertidumbres he tenido un montón de "dejavùs". He recordado las clases de Historia en el colegio cuando nos explicaban que a la entrada de cada milenio, desde el año 1.000, se creía que el mundo se iba a terminar. Lo recuerdo, porque nos imanábamos las caras de tontolabas que debían quedárseles a todos al ver que el mundo seguía al día siguiente del fatídico final.

Estos días parece que ocurre lo mismo, y es que el ser humano no aprende de sus errores, o es que necesitamos darnos más cabezazos contra las piedras para despertar. Que conste en Acta, Señoría, que sí que creo que es el comienzo del fin. Pero no de todo. O sea, no un punto y final, sino un punto y aparte. Un punto desde el cual podemos encaminar nuevos senderos, ya que en mi humilde opinión, abandonamos el "camino de baldosas amarillas" hace tiempo. Lo que nos ha llevado a un grado de descomposición que ríete tú de los zombies de George A. Romero.

En Face y twitter he estado muy activa, por aquello de tener las ventanas abiertas a la información. Me invitaron a un grupo llamado "Red del cambio". Cuando entré, creí que iba a ser un foro organizado, de buen rollo, donde exponer las ideas de cada uno. Sin mediaciones políticas, sin embarrar el deseo que cada cual quisiera compartir. Digo deseo, mientras no se vea cumplido. Como todo buen comienzo, fue un poco accidentado, pues me choqué de bruces con unas pocas personas un tanto intolerantes ante las críticas. En su favor he de decir, que esto de las TIC´s o nuevas tecnologías es más frío que un helado de Lauri, sin entonaciones, sin voz, sólo palabras escritas. Hice una entrada, pues me dolió ver que parecía otro foro sectario de apoyo a ojos cerrados a la casta política instaurada en el pasado, con sus prebendas y engaños. A los minutos de mi declaración de intenciones, fue tal el bombardeo de mensajes que me quedé alucinada. ¿Cómo alguien tan insignificante como yo había montado tanto revuelo? Los que me conocéis, sabéis que mi peor error y mi mayor virtud es decir lo que pienso y siento en cada momento. Y que eso me ha traído algún que otro problema, porque no todos están acostumbrados a que alguien no tenga miedo a decir lo que siente por quedar bien. Pero no es mi estilo, nunca lo ha sido, y jamás creo que lo sea. Fue un soplo de aire fresco. Me recordó a los inicios del 15-M, salvando las distancias. Sabéis que en su origen, los apoyé. Puse mis esperanzas en ellos pensando que algo podría cambiar. A día de hoy, he de decir que me equivoqué de parte a parte. Lo que creí que iba a ser sano y limpio no es más que un grupo de "perroflautas" que han jugado con mis esperanzas de futuro. Y sé que con las esperanzas de muchos miles que los apoyamos y ahora tenemos que tragarnos uno a uno los apoyos que les dimos, las defensas que les hicimos. Y que conste que no tengo problemas en asumirlo. Pero jamás les perdonaré que jugaran con mis ilusiones.

Los que me conocéis, sabéis que soy muy cabezota. Y si me han tirado al suelo, me lamento, sí, pero sólo un rato. Porque hay tanto que hacer y tan poco tiempo, que los lamentos deben limitarse. Y a punto estuve de abandonar el grupo cuando me encontré la intolerancia. Pero no pude, porque eran los menos. A su vez, comenzaron un montón de comentarios que apoyaban o veían y anhelaban lo mismo que yo, que este principio del fin fuera para mejor. Que analizáramos y viéramos que el poder es nuestro, por mucho que se empeñen los políticos en quitárnoslo. Somos nosotros los que les damos la voz a través de nuestros votos, y ello nos da el derecho de decir lo que no nos gusta, porque va incluido en su tremendísimo sueldo.

Tengo claro que hay cosas que no van a cambiar, porque no dependen de nosotros. Han sido lo suficientemente listos como para crear los blindajes necesarios para que algunos cambios que son de imperiosa necesidad: como la separación de poderes o el cambio de la ley electoral, no puedan hacerse. Pero no por ello voy a dejar de pedirlos. Es mi derecho. Como tampoco veo que vayan a desaparecer estructuras anacrónicas, como el Senado, que gasta y gasta de nuestros bolsillos, mientras la Sanidad se va al garete. Pero también lo voy a exigir.

negrísimo, intentando justificar que asesinos estén en la calle, mientras que las víctimas eran olvidadas, ignoradas y hasta humilladas. Han ensuciado el buen nombre de nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, porque han utilizado a las manzanas podridas del canasto. Han hecho que nuestra bandera se convirtiera en un arma, en vez de en un símbolo de lo que somos: diversidad enriquecedora. Han desvirtuado la Historia hasta dejarla hecha harapos. Han creado una juventud inculta y dependiente para que sean más fáciles de manejar. Nos han repetido hasta la saciedad que el Gobierno es "laico", cuando no es cierto, debe ser "aconfesional", lo que implica RESPETO A TODO CULTO Y CREENCIAS. Y podría seguir, pero ya conocemos de sobra lo que llamo la "etapa de oscuridad". Y como la Historia tiende a repetirse, os recuerdo que después de la oscuridad, vino el siglo de Las Luces, donde floreció antaño toda una sociedad enriquecedora, sin miedo a los cambios, que con su empuje nos llevó a hitos no conocidos  hasta entonces.

Todos hemos oído siempre que la esperanza es lo último que se pierde. Pero leí a alguien que la esperanza es lo primero que hay que tener para salir adelante. Y me gusta esta segunda opción más que la primera.

Hoy está todo por hacer: TODO. Tenemos que olvidarnos de lo viejo y empezar a construir un nuevo futuro. No podemos ser fatalistas como lo eran anteriormente, porque se nos va a quedar la cara de tontolaba cuando veamos que sí, que existe un mañana. Es hora de plantar cara a aquello que no nos gusta y decirlo. No permitir y callar, siendo cómplices de la muerte de una Sociedad y de unos valores. No dar todo a quien no lo merezca, porque eso nos ha llevado a un calvario de casi 8 años y ha jugado con nuestro futuro hasta límites indecibles. No digo que lo que se nos avecina vaya a ser fácil. No, no lo va a ser, porque hay que sacar fuerzas de flaqueza. Vienen tiempos duros. Pero tiempo de esperanza. No dejemos que escriban la Historia por nosotros: HAGAMOS NUESTRA HISTORIA. Y sobretodo, alegrémonos del comienzo del fin.


Besos azules!!!